El mes pasado entró en vigor la ley que aprueba las cuentas bancarias sin comisiones o con un límite máximo de 3 euros. Sin embargo, esta medida solo ampara a los colectivos más desfavorecidos, ya que para el resto de la población seguirán siendo de aplicación las condiciones comerciales que cada uno haya pactado con su entidad bancaria.
A nadie le gusta pagar dinero por tener una cuenta abierta en un banco.
Sin embargo, las comisiones que te cargan por abrir, gestionar y mantener una cuenta son habituales en casi todas las entidades. Y además son completamente legales, siempre que no sean abusivas o injustificadas.
Como hoy en día disponer de una cuenta bancaria es una necesidad y no un lujo, es de aplaudir que las personas con ingresos escasos no tengan que sufrir la sangría de las comisiones.
Las cuentas bancarias básicas
Este tipo de cuentas bancarias básicas —cuyo objetivo es evitar que personas en riesgos de exclusión social o especialmente vulnerables queden fuera del sistema financiero— permitirán a sus titulares domiciliar una nómina, disponer de una tarjeta de débito y realizar disposiciones de efectivo en cajeros automáticos sin que se les apliquen cargos en concepto de comisiones.
Para saber a qué personas se considera en riesgo de vulnerabilidad, se estudiará su nivel de renta en relación con el número de miembros de la unidad familiar, siguiendo la referencia del IPREM (Índice de Rentas de Efectos Múltiples).
A grandes rasgos se puede decir que el cálculo para saber si una persona se puede acoger a la cuenta de pago gratuita será similar al que ya se efectúa para determinar quién tiene derecho al beneficio de la justicia gratuita.
Dependiendo de estos ingresos, la cuenta será totalmente gratuita o tendrá un coste fijo máximo de 3 euros (si se supera el umbral de vulnerabilidad).
Sin embargo, esto no quiere decir que los bancos estén obligados a conceder a este tipo de clientes vulnerables créditos sin intereses ni comisiones, ya que este tipo de cuentas tan solo permiten operar a un nivel muy básico, sin que en ningún caso estén incluidas operaciones de financiación.
Los bancos no son entidades de carácter social
Aunque esta ley facilite el acceso a servicios financieros básicos de determinados colectivos, esto no implica tampoco que los bancos se hayan vuelto organizaciones sin ánimo de lucro.
La limitación en los precios de las comisiones alcanzará a un pequeño segmento de españoles que viven situaciones complicadas, de extrema necesidad.
Derivadas de esa precariedad económica, muchas de estas personas se encontraban hasta ahora con serios problemas para hacer frente no solo a los gastos fijos básicos del día a día, sino también para poder pagar las comisiones que los bancos les cobraban regularmente.
Por ese motivo, para atajar la sangría de gastos, no les quedaba otro remedio que cerrar sus cuentas. Algo que hoy en día supone más problemas que beneficios, llegando a suponer casi la expulsión del sistema financiero.
El primer efecto de esa cancelación de todas las cuentas es que el acceso al crédito (incluso a los de carácter más social) se corta de raíz.
Si, por ejemplo, para salir del bache, optas por solicitar uno de nuestros prestamos con ASNEF, es un requisito básico e indispensable ser titular de una cuenta bancaria. Y en caso de no tener una, ninguna entidad de las que figuran en Dinero Rápido podría prestarte el dinero que tanta falta te hace.
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