En qué consiste la pobreza energética

11 Marzo 2020

Uno de los problemas más preocupantes en la actualidad es el cada vez más creciente número de españoles que tienen grandes dificultades para cubrir habitualmente sus gastos energéticos. Un problema que se está intentando paliar con diversas medidas que te explico en este artículo.

¿Sueles tener problemas para pagar las facturas de la luz?

¿Cuándo llega el invierno tienes que tomar decisiones radicales como comprar menos comida para poder pagar las facturas de calefacción?

¿Has tenido que recurrir a los microcréditos en más de una ocasión para poder hacer frente a alguna de tus facturas energéticas?

En ese caso, formas parte de ese colectivo del 15% de familias españolas que no pueden cubrir sus necesidades energéticas básicas.

¿Qué es la pobreza energética?

Por pobreza energética se entiende a todas aquellas dificultades que vive un hogar cuando sus miembros no son capaces de cubrir todas las necesidades energéticas básicas.

El problema no solo reside en la imposibilidad de pagar las facturas de luz y gas —ya que mucha gente prefiere dejar de comer antes de que le corten la luz por impago—, sino que también se identifica como pobres energéticos a todas aquellas familias cuyo gasto energético básico supone una parte muy importante de sus ingresos totales.

Por ese motivo, tan pobre energético es alguien que no puede pagar sus facturas en un momento dado, como los que se quedan a verlas venir cada vez que pagan la luz y el gas (sobre todo durante los meses más fríos del año).

El problema es poliédrico y debe analizarse desde varias vertientes,

Y las soluciones para paliarlo —o, al menos, atenuarlo— deben venir tanto desde un punto de vista del aumento del nivel de ingresos (con medidas como la subida del salario mínimo o de las pensiones), como desde el control de los precios.

El precio de las energías básicas

Conviene destacar que las distintas energías en España están muy gravadas con impuestos de todo tipo, lo cual siempre termina repercutiendo en los precios que paga el consumidor final.

Además, el Estado también tiene un cierto peso en la fijación de precios energéticos, con lo que se ha generado una tendencia al alza bastante acentuada.

Para evitar que cada vez más gente caiga en la pobreza energética (según cifras de 2018 el 15% de los españoles no podían mantener su casa a la temperatura adecuada durante los meses de invierno) existe el denominado bono social que ofrece energía más barata a aquellas personas vulnerables energéticamente.

El bono social eléctrico es un descuento en la factura de la luz regulado por el decreto 897/2017 destinado a los clientes considerados como vulnerables (en función de su índice de renta, de si son familias numerosas, familias monoparentales, pensionistas…).

También existe un bono social térmico, que se aprobó mediante el real decreto ley 15/2018, destinado a las mismas personas vulnerables, y que también se sustancia en descuentos sobre las facturas de gas para calefacción.

Ahora que ya conoces cuáles son las principales medidas para combatir la pobreza energética, es posible que no cumplas con los requisitos, o que los descuentos no sean suficientes para tu situación personal.

En ese caso, también dispones de la ayuda de alguno de estos préstamos personales que están pensados para cubrir ese tipo de problemas, al menos de un modo puntual.

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