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Hoy en día, incluso declarándose en quiebra, un ciudadano español no está
salvo de la carga. El quebrado sigue siendo responsable de todas sus
obligaciones de deuda. El único alivio para él es una cuota de 5 años o
una reducción en la cantidad de deuda hasta 50%.
¿Perdonarán las deudas para la bancarrota en españa?
Hoy en día, incluso declarándose en quiebra, un ciudadano español no está salvo de la carga. El quebrado sigue siendo responsable de todas sus obligaciones de deuda. El único alivio para él es una cuota de 5 años o una reducción en la cantidad de deuda hasta 50%.
Contenido de este artículo:
- Hace unos 10 años
- Quién se beneficia de la bancarrota
- ¿Quién puede iniciar un procedimiento de quiebra?
- Quien es el primero
Hace unos 10 años
En 2008, en medio de una grave crisis financiera, de la que todo el planeta estaba febril, España adoptó la ley absolutamente feroz sobre el desalojo urgente.
Los ciudadanos que se atrevieron a emitir una hipoteca y tuvieron la imprudencia de admitir un retraso de solo un mes podrían perder inmediatamente su vivienda. Un acto normativo especial fue enfrentado con hostilidad.
En ese momento, el país registró la mayor tasa de desempleo. Los deudores comenzaron a unirse en grupos y hacer resistencia feroz a las autoridades. Observando una situación explosiva, el gobierno se vio obligado a imponer una moratoria sobre el desalojo. Por ejemplo, hoy en día uno no puede desalojar a una familia de una vivienda si cae bajo una serie de definiciones (el nivel combinado de sus ingresos es menos de 1600 euros al mes, la presencia de un niño menor de 3 años o un dependiente de cualquier edad con problemas de salud).
Quién se beneficia de la bancarrota
El principal acto jurídico que regula el procedimiento de ejecución del procedimiento de quiebra es la Ley de Procedimiento Competitivo Nº33 de 9 de julio de 2003.
Según el, así como serie de otros actos jurídicos, el procedimiento de quiebra puede iniciarse tanto con respecto a las personas jurídicas tanto y los particulares. Sin embargo, para las personas jurídicas la bancarrota es una forma de salir de una situación difícil, ya que le permite liquidar una empresa y deshacerse de las deudas. Mientras que un individuo, incluso declarándose en quiebra, sigue siendo un deudor y está obligado a pagarlos en una cierta fecha.
La única ventaja para una persona privada es que tan pronto como se inicie el procedimiento de quiebra, la acumulación de intereses sobre los préstamos y los intereses moratorios de los préstamos personales se suspende inmediatamente. Lea más en nuestro material «¿Qué multas aplican los acreedores a los deudores?» El deudor también puede acordar un plan de pago a plazos y la cancelación de una parte de la deuda.
¿Quién puede iniciar un procedimiento de quiebra?
Es necesario tener en cuenta el hecho de que si el deudor inicia el procedimiento de quiebra, debe presentar afirmaciones irrefutables de que no puede satisfacer las reclamaciones de los acreedores ni en el momento de la solicitud ni en un futuro próximo.
Al mismo tiempo, también existen ciertas restricciones en el caso en que el acreedor actúa como iniciador del procedimiento de quiebra. El retraso debe ser de al menos 3 meses. Además, el procedimiento puede iniciarse sobre la base de una decisión judicial que entró en vigor. La situación está implícita cuando el tribunal resolvió recuperar dinero o emitir órdenes de ejecución. Al mismo tiempo, el deudor se niega a pagar la deuda voluntariamente, esto significa que la ejecución de las decisiones de los tribunales debe hacerse.
Quien es el primero
La característica principal en el proceso de bancarrota en España es que el acreedor que se incluye en el primer lugar puede llegar a devolver el retraso hasta 25% del monto total de la deuda de quiebra.
En primer lugar, se satisfacen los derechos de propiedad sobre el pago de la mano de obra de las personas que trabajan o trabajan en virtud de un contrato de trabajo, así como aquellos a quienes se les deben pagar indemnizaciones por despido. En la segunda fase - devolución de deudas a acreedores públicos (autoridades fiscales, Caja del Seguro Social, autoridades regionales y locales). La tercera etapa consiste en organizaciones de crédito y financieras. Además - todos los demás acreedores que han sufrido pérdidas como resultado de la insolvencia del quebrado.
En general, para llevar a cabo el procedimiento de quiebra en España, es necesario hacer un trabajo bastante difícil, largo y laborioso. Sin embargo, esto no es una garantía de que el acreedor devolverá su dinero. Por esta razón, los españoles intentan recurrir a este procedimiento exclusivamente en caso de emergencia. Cuando, como se dice, todas las opciones están probadas y no han funcionado.
