¿Has tenido que recurrir alguna vez a un banco para que te preste una pequeña cantidad de dinero y este ha rechazado tu solicitud porque aparecías en el ASNEF?
Se trata de una situación muy incómoda y desagradable.
Acudes a tu banco porque tienes, por ejemplo, que cambiar las ruedas delanteras de tu coche o te hace falta arreglar el lavavajillas y no dispones de dinero suficiente para hacerlo.
Todos los días ves en la tele y en los periódicos un montón de anuncios en los que ofrecen créditos preconcedidos, sin apenas requisitos, y has pensado que dónde se van a portar mejor contigo que en tu banco de toda la vida.
Te plantas en tu sucursal con confianza, seguro de ti mismo, porque nunca les has pedido nada y siempre has sido muy cumplidor con tus pagos.
Una vez allí, tienes que explicar a varios empleados distintos cuál es el motivo de tu necesidad.
Aunque te exaspera un poco, como les pides poco dinero, no crees que sea muy complicado que te ayuden.
Pero el último empleado que te atiende no está de acuerdo y te dice que los bancos no suelen hacer préstamos por cantidades pequeñas. Lo mejor —continúa— sería solicitar una tarjeta con una línea de crédito disponible para que saques de un cajero la cantidad que necesites.
Para tramitar tu solicitud te pide las últimas nóminas, tu contrato de trabajo, la declaración de IRPF y varios documentos más, que ni siquiera sabes de dónde los vas a sacar.
Todos esos trámites te parecen engorrosos, pero la verdad es que te hace falta el dinero...
Así que vuelves a la sucursal con los papeles que te solicitaron. Al entregarlos, se inicia la fase de estudio, que, según tu contacto en el banco, no depende de ellos puesto que la tarjeta la emite una entidad distinta.
Sin embargo, lo peor está por venir: al día siguiente recibes una llamada de disculpa porque el banco no puede concederte la línea de crédito que has pedido. Parece ser que tu nombre figura en el archivo de morosos ASNEF y por normativa interna no pueden prestarle dinero a nadie que figure en esa lista.
Por más que haces memoria, no recuerdas ningún pago pendiente.
Para salir de dudas, te pones en contacto directamente con ASNEF y ellos te responden que la deuda inscrita proviene de una factura de una compañía de telefonía.
Al empezar a hacer memoria, recuerdas que hace un par de años te cambiaste de operador porque te habían dejado sin servicio durante más de una semana.
Estabas tan enfadado que te negaste a pagar la última factura, ya que considerabas que no debían cobrarte por un servicio que no te habían prestado. Y aquella decisión que tomaste irreflexivamente, por cabezonería, no fue la mejor, porque la compañía registró el impago en el archivo ASNEF.
Si tu caso es parecido a este, puedes pensar que jamás nadie te volverá a conceder un crédito.
Pues estás equivocado, ya que todavía tienes disponible un recurso cómodo, ágil y rápido: cualquiera de los microcréditos online sin importar ASNEF que puedes encontrar en esta página.
Los bancos de toda la vida tienen por costumbre no atender las pequeñas necesidades de liquidez.
Como decíamos en la introducción, si tienes que cambiar las ruedas de tu coche o pagar una reparación de algún electrodoméstico que se ha roto, te puedes ver en un problema en caso de que no cuentes con suficiente dinero disponible.
Los bancos no ofrecen préstamos pequeños, orientados a solucionar pequeños problemas domésticos a corto plazo, por lo que al final la única opción que te plantean es la de tirar de la línea de crédito de una tarjeta.
El problema es que este tipo de tarjetas no son baratas, puesto que incluyen siempre comisiones de mantenimiento, y además suelen repercutir bastantes intereses en caso de que hagas uso del crédito disponible.
Por otra parte, como este tipo de tarjetas van unidas a una línea de crédito, las entidades emisoras tendrán que analizar tu solvencia para saber si serás capaz de devolver el dinero que te presten.
Para cubrir este hueco de pequeños créditos —hasta ahora bastante desatendido— hay que salirse del circuito de las financieras tradicionales.
El mercado es muy dinámico y cada vez son más las empresas denominadas fintech que ofrecen pequeños préstamos de carácter social. El objetivo final es ayudar a solventar problemas que los bancos ignoran o que no tratan adecuadamente.
Esta función social es muy importante, puesto que muchos de sus clientes son personas que no pueden recurrir a ningún otro tipo de ayuda. Y de no poder acceder a un microcrédito rápido, probablemente terminarían cayendo en una espiral de deudas de la que es casi imposible salir.
Además, estas fintech saben perfectamente que para resolver los problemas económicos de una persona hay que actuar con rapidez. Para ello, han desarrollado herramientas informáticas que permiten acortar notablemente los plazos de gestión y tramitación de los micro préstamos.
Las ventajas de este tipo de microcréditos online con ASNEF son numerosas:
Para poder analizar con más facilidad la solvencia y perfil de riesgo de los clientes con necesidades de financiación, la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (ASNEF) creó hace años un registro en el que figuran los datos de todas aquellas personas que mantienen deudas impagadas.
Aunque por protección de datos este tipo de archivos no son de consulta pública, sí que pueden acceder al mismo todas las entidades afiliadas a ASNEF, con el objetivo de analizar el perfil de riesgo de un solicitante de financiación en función de su historial crediticio.
El historial crediticio les sirve a los analistas de riesgos como una herramienta para proyectar hacia el futuro los comportamientos del pasado.
La técnica se basa en considerar como cierta una hipótesis que no siempre se cumple: que alguien que no pagó sus deudas en el pasado probablemente tampoco lo haga en el futuro.
Por otra parte, debes saber que el archivo ASNEF marca negativamente durante muchos años a todas las personas que figuran en sus listados.
Y lo peor de todo es que, aunque hayas devuelto puntualmente todos tus créditos, incluso así podrías figurar en el ASNEF, ya que el archivo recopila información de todo tipo de deudas, incluso las que no son de carácter financiero.
Un caso desgraciadamente habitual de inclusión suele venir derivado de problemas con las empresas de telefonía, electricidad, suministros, aseguradoras, etc. que no se resuelven correctamente a favor del cliente.
Muchas personas, al comprobar que su proveedor les está cobrando algo indebidamente, optan por devolver los recibos presentados. Y eso es motivo suficiente para figurar en el archivo de morosos ASNEF.
A partir de aquí, los bancos y financieras consideran el ASNEF como una lista negra de clientes con los que no van a trabajar bajo ningún concepto. Por eso, muchas de ellas rechazan por sistema las solicitudes de ese tipo de clientes.
Menos mal que las financieras fintech que gestionan micro préstamos online con ASNEF no tienen en cuenta este tipo de registros, con lo que si tus datos figuran en ese listado deberás centrarte en las compañías que sí que aceptan a clientes con ASNEF.
Aunque cada fintech tiene políticas propias sobre la concesión de microcréditos con ASNEF al instante, en general suelen coincidir en estos requisitos básicos:
Nómina u otro justificante de ingresos: aunque no te van a pedir muchos papeles, todas las fintech solicitan que les remitas algún comprobante de ingresos recurrentes como nóminas, pensiones, subsidios, rentas…
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